IBAGUÉ. Varias personas intentaron reclamar el cuerpo de Mauricio Quiroga Villanueva en las instalaciones del Instituto de Medicina Legal, pero fue su hermana Angélica Martínez, quien demostró su familiaridad.
El hombre de 31 años de edad fue hallado muerto con cerca de 20 heridas propinadas con arma blanca el 15 de noviembre en un lote frente a la manzana 77 de la Ciudadela Simón Bolívar.
Según la allegada, “él desayunó, salió la mañana del 11 de noviembre de la casa en Nueva Castilla, donde vivía con el papá”, dijo.
La joven recordó que el occiso era soltero, consumía alucinógenos, se dedicaba al reciclaje, acostumbraba a salir de la casa por unos días, pero luego regresaba, incluso se iba a pie hasta Rovira a recoger café.
Por último indicó que su hermano era tranquilo y no tenía problemas con ninguna persona, y cree que lo asesinaron por robarle el dinero que le había dado su progenitor.
‘Timo’, como le decían de pequeño, fue llevado al Cementerio San Bonifacio, para darle el último adiós.
