IBAGUÉ. Todos los lunes a las 9:00 de la noche reparte decenas de limonadas embolsadas y comida caliente a los habitantes de las calles. Es César Quintero, un conductor de la ‘ola amarilla’, quien confirma que todavía existen personas con buen corazón.
“Como conductor nocturno veo mucha gente aguantando frío y hambre, razón que me llevó desde hace dos meses a salir junto a mi esposa y mis dos hijos durante una hora y media a brindar alimentos a quienes más los necesitan”, aseguró.
El hombre de 34 años de edad, quien maneja taxi de 3:30 de la tarde a 6:00 de la mañana, declaró que “aunque inicié repartiendo 20 comidas, actualmente doy 60 pero mi meta es superar las 200 raciones, pues cada día el número de las personas que se encuentran en similares condiciones aumenta”.
Y añadió: “Propongo a los ibaguereños, tolimenses y a la sociedad en general que pongamos un granito de arena para ayudar a nuestra comunidad. Muchas veces gastamos dinero en cosas innecesarias como las cervecitas o en ciertos gustos, pero considero que es mejor usarla en colaborar a la gente y más a quienes habitan las calles de Ibagué”, explicó.
Sin olvidar que las personas que viven en las avenidas de la Capital Musical son iguales que cualquiera de nosotros, el héroe nocturno de la calle no necesita salir de su ‘baticueva’ como Batman, ponerse una capa como Supermán, ni trepar por las azoteas como el Hombre Araña. “El único poder que tengo es poseer un buen corazón para preferir cada día dar que recibir”, concluyó.
