IBAGUÉ.El olor a mazamorra quemada en el cuarto de la familia González Rojas alertó a los vecinos de una casa ubicada en la carrera Tercera sur, número 10-34 del barrio Baltazar. Un policía, con ayuda de la comunidad, entró a la pieza donde encontró a un bebé de tres meses de nacido, y a sus papás muy graves.
Todo sucedió a eso de las 5:50 de la tarde de ayer cuando el pequeño Andrés Santiago González, de tres meses de nacido, y sus padres Jorge Andrés González y Luisa Fernanda Rojas, dormían mientras que el monóxido de carbono emanado por la combustión del propano, invadía sus cuerpos.
Gilberto Grisales Toro, habitante del inquilinato, comentó a Q’HUBO: “Me llamaron de acá adentro, que estos señores estaban tirados en la cama como muertos. Los otros inquilinos ya habían tumbado la ventana, llamamos a los agentes quienes abrieron y les prestaron los auxilios”, afirmó.
El vecino agregó que no se sintió olor a gas sino a mazamorra quemada, ya que González trabaja allí en la preparación del alimento que sale a vender en las calles de Ibagué.
El primero en ser evacuado del lugar fue el bebé Andrés Santiago González, quien fue llevado en una máquina Bomberos.
Uno de los socorristas que iba con el pequeño era el capitán Miguel Parra, comandante operativo del Cuerpo de Bomberos de Ibagué, quien narró: “Lo reanimamos todo el camino hasta llegar a la Clínica Tolima, donde todos los médicos trataron de salvarlo pero no fue posible. Llegó sin signos vitales”, contó.
Con dolor, el capitán Parra, dijo: “Es algo doloroso cuando se trata de un bebé, una persona tan inocente. Luchamos tanto y no lo pudimos reanimar”, puntualizó.
Mientras que las autoridades confirmaban la triste noticia en el centro asistencial, los papás de la criatura fueron llevados por una ambulancia de la Clínica Ibagué hasta el lugar donde se encontraba el pequeño.
Al cierre de esta edición, los médicos hacían todo lo posible para salvar las vidas de Jorge Andrés González, quien se encontraba bastante grave, y su esposa Luisa Fernanda.
ANDRÉS PÁEZ
