IBAGUÉ. Del afán apenas queda el cansancio, y unos buenos golpes y moretones. Así lo aprendió el martes un transeúnte que se atravesó la carrera Sexta, entre calles 27 y 28, y fue arrollado por una moto que conducía un mensajero.
Según fue testigo Q´HUBO, la responsabilidad la tuvo el apresurado hombre que cruzó corriendo la vía sin mirar que una moto subía hacia el centro, superando un taxi que se hallaba estacionado.
Producto del totazo, el señor que no quiso suministrar su nombre, quedó tendido en el andén bocabajo por varios minutos, mientras se recuperaba del ‘shock’. Por su parte, el angustiado mensajero preguntaba a los agentes de tránsito si se podía ir a trabajar. Al final, el incidente no pasó del susto, pero como dijo un comerciante del sector, “eso le pasa a las personas que valoran otros aspectos de su vida, que la vida misma”.