Por la ruta mariquiteña

MARIQUITA. La comida de los reyes puede relacionarse fácilmente con abundantes cenas de cordero y pavos, acompañados de vinos añejos cultivados exclusivamente para el paladar de los de sangre ‘azul’.
No obstante, en el norte del Tolima existe una tierra donde aunque usted no tenga corona, se sentirá como un monarca disfrutando de todos los manjares y templos que la vida se ha encargado de proteger, para que la memoria histórica de quiénes somos, nunca se olvide.
Se trata de San Sebastián de Mariquita, un lugar al que se puede llegar en una hora y media de recorrido, partiendo desde Ibagué, y que desde su entrada se engalana con un amplio repertorio de colores y sabores representados en frutas y jugos, a los que algunos llaman exóticos, entre los que resaltan los de yuca, cañafístula, icaco, maní, carambola, zapote, aguacate y mangostino, éste último el más apetecido, según Angela Castañeda, una de las pocas personas en el municipio que tiene la receta secreta para prepararlos.
“Son más de 62 clases de jugos exóticos los que les puedo preparar y son tan ricos que aunque al principio la gente los toma de a poquito, porque dudan de su sabor, después de probarlos no se arrepienten, tanto así que se vuelven clientes fieles y hasta algunos piden que se los mezclemos”, dijo.
Y agregó: “Uno de los que más se encantó con estas bebidas, fue nada menos que el cantante Fruko, de la famosa banda ‘Fruko y sus tesos’.

MANGOSTINO DE TRADICIÓN
Volviendo al tema de la historia, ya dentro del pueblo, el mangostino sigue su reinado, diferentes locales comerciales utilizan la palabra para ‘cuadrarle’ el nombre a sus negocios y hasta el Palacio de Gobierno hace alegoría a este fruto de color púrpura y relleno blancuzco que no podía faltar en la mesa de personajes como los virreyes españoles en la colonia y don Gonzalo Jiménez de Quesada, quien vivió sus últimos años en esta población.
Tampoco les faltan a Jesús Ulloa y Deyquer Medina, más conocidos como ‘Chucho’ y ‘Ringo’, dos jóvenes que se declaran historiadores que se dedican a revivir a través de relatos, el pueblo que sobrevive en medio de la modernidad y que representó un escenario donde se gestó la libertad de los colombianos, que hoy se rehúsa a desaparecer.

LA POCAHONTAS MARIQUITEÑA
La historia de la película infantil de 1995, llamada ‘Pocahontas’, en la que una indígena hija del jefe indio Powhatan se enamora de John Smith, un colono londinense que llega a descubrir nuevos ‘mundos’ y sus riquezas, parece haber sido una copia exacta de la leyenda que envuelve uno de los espectáculos naturales más admirados del Departamento, las Cataratas de Medina.
Según cuentan los historiadores, esta zona ubicada a aproximados 15 minutos del casco urbano, fue habitada por la tribu del cacique Bocaneme, quien tenía por sobrina a la princesa Luchima. Tras la llegada de los españoles, uno de ellos, llamado Antonio Viana, se deslumbró con los encantos de esta nativa mientras se bañaba desnuda en estas aguas cristalinas.
Al descubrir la historia de amor, Bocaneme decidió matar a Viana y tras lanzarle un flechazo, Luchima se atravesó y cayó muerta. Los dos hombres siguieron su lucha y el español mató primero al jefe de la tribu, pero éste es su agonía le clavó una flecha en el corazón, y los tres terminaron sin vida.
En la actualidad, las Cataratas de Medina son un atractivo turístico visitado con frecuencia y su entrada tiene un costo de mil pesos. Allí no dejan cocinar, con la intensión de preservar el entorno.

UNA RUTA MOTORIZADA
Helene Duplessis es una francesa que dice haber nacido con alma de aventurera y vocación de artista y por eso se enamoró de Mariquita al conocerla por primera vez en un viaje de paseo.
“Yo vine a Colombia, pasé por este pueblo y regresé para quedarme, porque descubrí que me apasionaba la historia que envuelven estos árboles gigantes y estas mágicas flores que el sabio José Celestino Mutis encontró una vez, y que sus pintores recrearon magníficamente en obras de arte, por eso creé mi propia ruta”, manifestó Duplessis, quien además encontró allí a quien se convertiría en su esposo. Se casó con Alexander Aldana Beltrán, un pintor nacido en Honda, con quien inició una travesía en motocicleta por la misma ruta de Mutis, para al final obtener más de 12 mil fotografías, expuestas en el 2010 en el Real Jardín Botánico de España, bajo el nombre “La Flora de la ruta Mutis”.
Duplessis se desempeña actualmente como directora de cultura del municipio.

ANGÉLICA MAHECHA URIBE

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