IBAGUÉ. En Semana Santa aumenta el consumo de pescado y aunque la costumbre se mantiene, algunos vendedores reconocen que todo tiempo pasado fue mejor, pues las ventas a veces fluctúan. Así lo considera Luz Marina Zambrano, comercializadora de este apetitoso producto: “Ha bajado la venta. El año pasado me vendía un millón de pesos y ahora 400 mil pesos, ojalá todo mejore”.
Los pescados que más se consumen en la Semana Mayor son el bagre seco y salado, el capaz y el bocachico. Lo indispensable al seguir las tradiciones de la Semana Mayor es no poner en riesgo la salud, pues un pescado en mal estado puede provocar intoxicaciones y hasta la muerte.
“Al vender pescado hay que tener un talento humano calificado, estar capacitado y contar con experiencia”, dice Jaime Peña, vendedor de la Plaza de La 21, quien estudia en la Universidad del Tolima licenciatura en Ciencias Naturales.
Peña aplica sus conocimientos universitarios en la Plaza: “Hay normas de sanidad para evitar que colonias bacterianas como listeria, salmonella y ecoli no estén presentes en el alimento.” agregó.
Y aseguró que se debe tener especial cuidado a la hora de adquirir cualquier variedad de peces: “En este negocio hay mucha trampa. Hay personas inescrupulosas que maquillan los peces. Los ‘embolan’ con sangre, o maquillan los ojos con panela. El que venda pescado dañado está atentando contra la vida de las personas”, concluyó en diálogo con Q´HUBO.
Habla secretario de Salud
Ricardo Rivas: “El pescado debe tener un proceso de refrigeración y ser adquirido en un lugar de larga trayectoria de venta. Los pescados al aire libre sin ningún proceso de frío no se deben consumir pues se descomponen muy rápido”.
Vocabulario: Faciolas hepáticas: Especie de invertebrados que habita en el pescado y que terminan desarrollándose en el hígado de los seres humanos, haciendo mucho daño.
Para tener en cuenta:
El olor debe ser fresco, no fetido
Los ojos deben ser brillantes
El color de su piel debe ser rosada, o de color claro.
la sangre debe ser brillante.
