Alargan la vida a los murales de Niño Botia: en la fachada de la biblioteca Soledad Rengifo

El maestro Temístocles Suárez Rodríguez en su proceso de restauración del mural. Fotos: Voy por Colombia / Q’Hubo

ANTONIO GUZMÁN OLIVEROS

qhuboibague@gmail.com

El Eje Cultural de Ibagué cuenta con diversos atractivos para conocer, edificios históricos, esculturas de artistas internacionales, murales, y precisamente en estos últimos, fue grato para mí,  observar la restauración de los pintados hace 40 años por el maestro Jesús Niño Botia.

Durante toda mi vida he visto la belleza, el colorido, las formas de los tres murales, incluso una de las intervenciones para preservarlo en 2006, pero ya estaba demasiado deteriorada,  la humedad amenazaba con destruirla en su totalidad.

Esta es una obra de arte del maestro santandereano Niño Botia, que incluso dejó otros murales en distintos puntos de Ibagué, uno de ellos en el interior del Coliseo Cubierto Enrique Triana Castilla (ubicado en la calle 42 con carrera Quinta).

Entre los andamios, pinturas, materiales y hombres trabajando, hallé al maestro Temístocles Suárez Rodríguez, quien ganó la licitación de la Secretaría de Cultura Municipal y tiene la obligación de permitirnos seguir disfrutando de esta obra.

En los murales ‘Las lavanderas y el Mohán’, ‘El sueño y el Ensueño’ y ‘Cosecha de ilusiones’, cuenta el maestro Suárez Rodríguez que inició un diagnóstico preliminar para identificar las causas de deterioro, el estado de conservación actual, entre otros problemas.

“El principal problema es el desprendimiento del revoque sobre el soporte original, donde está plasmada la pintura. Procedimos con la limpieza de lo que se está cayendo y subsanar con una resina de poliéster para unir y evitar el desprendimiento de la capa pictórica que produce el deterioro mayor.

El maestro Temístocles contó que en su análisis también evidenció rastros de otras pinturas, las añadidas luego de la anterior intervención, por lo que fueron pocos los rastros de la original del maestro Jesús Niño.

“El hecho no es volver a pintarla, la restauración consiste en intervenir esos sitios pequeños donde se hace la reintegración de color o los diferentes procesos sobre esos sitios y no sobre toda la pintura porque llegaría a ser moderna y afecta la originalidad del mural”, aseveró Suárez.

“En algunas zonas se ha podido eliminar esas intervenciones anteriores y sin afectar la policromía original, entonces nuestra intervención consiste en que no se note demasiado y no se vaya a alterar estéticamente”, aseveró Temístocles Suárez.

Debido a que el mural central, conocido como ‘El sueño y el Ensueño’ está muy afectado y se averió parte de la firma y una parte inferior del mural, se hace necesario una investigación fotográfica e histórica debido a que hay que renovarla.

En todos los murales se inyecta un pegante para que una las piezas y termine el deterioro; además, se están tapando unas goteras y se instala una tela asfáltica para impedir el paso del agua y evitar que la humedad más adelante vuelva a dañar los murales.

Enhorabuena para la ciudad conservar un mural importante y punto obligado para quien recorre el Eje Cultural, que también cuenta con otras obras que deben ser preservadas y respetadas. Todavía no le devuelven la esfera a la escultura Sonoridad Espacial robada y recuperada en 2019.

Niño Botia

El maestro Jesús Niño Botia nació en San Andrés (Santander) en 1928. Estudió en la Escuela de Bellas Artes de Bucaramanga bajo la dirección de Óscar Rodríguez Naranjo, luego se graduó como pintor y escultor en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad Nacional de Colombia.

Participó en las versiones XII, XII y XIII del Salón de Artistas Colombianos con óleos y esculturas. 

Fue profesor de escultura en el Instituto Superior de Bellas Artes de la Universidad del Tolima. 

Expuso junto con Juan Bartelsman, María Teresa Negreiros, Gerardo Negret, Ernesto Buzo y los hermanos Tejada.

Falleció en Ibagué el 16 de marzo de 2008. Sus hijos preservan el legado en la Casa Museo que lleva su nombre.

Experiencia

Luego de unos comentarios suscitados en redes sociales, acerca de la idoneidad del maestro Temístocles Suárez para restaurar la obras, aprovechó para indicar que lleva 41 años en el oficio, además es graduado de la Universidad Externado de Colombia, que ofrece el pregrado en Conservación y Restauración de Patrimonio Cultural Mueble; además de la credencial del Ministerio de Cultura.

“En bienes muebles he intervenido casi todos los monumentos en espacio públicos en Bogotá, en la técnica de pintura mural he restaurado obras de la iglesia Santa Clara que es de la época colonial, también la Santa Bárbara, en la misma Catedral Primada de Bogotá, en Tunja.

“Mi reciente trabajo fue descubrir la pintura que estaba cubierta por unos ocho estratos superpuestos, se descubrió, se restauró completamente en un proceso que duró ocho meses. He intervenido pintura mural en Chivatá, en varios pueblos de Boyacá; obras coloniales atribuidas a Gregorio Vásquez de Arce y Ceballos, de Figueroa, también he intervenido obras coloniales en pintura mural de Angelino Medoro. Trabajos en Cartagena, Mompox, que son la misma representación de esta pintura”, informó.

También con esculturas como el monumento del Pantano de Vargas.En Ibagué, según contó, restauró unos murales en el Panóptico, las estatuas en mármol de la Plaza Bolívar que representan dos querubines llamados ‘Hijos de Neptuno’, tallados por el escultor italiano Guioseppe Pertiti. Además del busto de Jorge Eliécer Gaitán que reposa en la Plaza la 21.

LA CIFRA

40 años cumple el mural pintado por el maestro Jesús Niño Botia.

DATO

Se tiene como tiempo estimado un aproximado de 40 días, los cuales iniciaron el 18 de septiembre y se entregará el 20 de octubre.

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