IBAGUÉ. Ante el Juez Octavo de Control de Garantías, Rogelio Campos Ramos, Alexánder Palacio Jiménez, alias ‘Rata’, y Jorge Andrés Guevara Rincón, alias ‘Mono’, conocidos como ‘Los Simpson’, capturados por la muerte del taxista Abelino Rodríguez Peña, aceptaron los cargos por homicidio agravado, y hurto calificado y agravado. Durante la audiencia preliminar, el Fiscal 21 Seccional de la Unidad de Reacción Inmediata, URI, reveló que un joven de 17 años de edad, amigo de los capturados, y quien estuvo presente en el momento de los hechos, se acercó a las instalaciones de la Policía Metropolitana y contó la verdadera causa de la muerte del querido taxista.
La lectura de la entrevista del adolescente causó conmoción entre los amigos y familiares del occiso, quienes lloraron en medio del relato del delegado Fiscal, en el que indicó que el 12 de enero se encontró con los tres capturados, y que le contaron que robaron a un homosexual, pero que deseaban matar a una persona.
Llegaron a la Plaza de Bolívar, frente a la sede de la Universidad Cooperativa. En la noche pararon el taxi que conducía Rodríguez Peña, le indicaron que iban para un establecimiento en el sector de La Variante.
En el sitio, Alias ‘Rata’ le dijo al difunto que parara y le propinó varias heridas con un cuchillo, acto que fue seguido por alias ‘Mono’ y Campos Ramos, en medio de las súplicas de Rodríguez Peña de que no lo hirieran más.
El adolescente intentó parar el ataque pero resultó herido de un ‘puntazo’ en el brazo.
Según reveló el ente acusador, alias ‘Rata’ tiró del vehículo al taxista, y lo condujo unos metros más adelante, donde lo abandonaron, se bajaron y tomaron camino por el barrio Uribe Uribe hacia el Parque Galarza, donde pasaron la noche y hablaron de lo “rico” que se sintieron por asesinar al taxista.
NO FUE VENGANZA
El adolescente refirió además que dos días después de la muerte del taxista decidió, luego de ver la publicación de la noticia en el periódico, contar los verdaderos motivos del crimen de Rodríguez Peña, pese a las amenazas de éstos de “fumarselo” (sic) si contaba lo sucedido.
Indicó que la muerte no correspondió a una venganza, sino a los deseos de sus ‘compinches’ por matar.
