IBAGUÉ. Mientras guardias del Inpec la requisaban cuando ingresaba a la cárcel de Picaleña a una visita, Yanily Ramírez Castellanos, de manera voluntaria confesó que llevaba cocaína y sus derivados al interior de su cuerpo.
La fémina intentó ingresar la cocaína el último día de 2014 durante las visitas a los internos, hacia las 8:22 de la mañana, hora en la que la unidad de la policía judicial del Coiba, cumplieron con la captura.
Delatada. A Ramírez sus nervios la traicionaron por lo que terminó confesándole a la dragoniante del Inpec quien le realizaba el respectivo registro personal a la entrada del centro penitenciario, que llevaba droga.
La mujer de 36 años de edad, quien se desempeña como operaria textil entregó un elemento cilíndrico.
De manera inmediata fue capturada por delito de tráfico, fabricación y/o porte de estupefacientes y puesta a disposición de la Fiscalía.
Pese a que Ramírez Castellanos manifestó en un inicio que portaba la droga, no aceptó los cargos por los que fue llevada a audiencia pública.
Domiciliaria. El Juez Sexto Penal Municipal con función de garantías, durante la audiencia desarrollada ayer en el Palacio de Justicia, le impuso medida de aseguramiento, que deberá ser cumplida en el domicilio de la mujer.
De acuerdo con el juez, Ramírez Castellanos, estará privada de su libertad en su lugar de residencia, que se encuentra actualmente ubicada en el barrio La Estación, calle 22 con carrera , donde deberá mostrar buena conducta familiar y no deberá salir del lugar hasta la fase de juzgamiento.
No antecedentes. La pena máxima de prisión que podría pagar la detenida sería de 192 meses de hallarse culpable.
Sin embargo el delegado de la Fiscalía encargado del caso, indicó que Ramírez Castellanos, quien es ibaguereña, soltera y había cursado hasta octavo grado de estudios de bachillerato, no tenía registro de antecedentes penales y podría obtener una rebaja en la sentencia.
172.35 gramos de cocaína tenía la mujer en su cuerpo.
