Emergencia invernal en Alaska

IBAGUÉ. Sobre la una de la tarde de ayer, una palizada provocó pérdidas materiales a algunos habitantes de la vereda Alaska parte alta, donde el Río Chipalo se desbordó y arrastró con lodo y palos algunos enseres como closets a la vía principal del barrio.
Al lugar de los hechos acudieron bomberos y unidades de la Policía, quienes al igual que los afectados y algunos vecinos, sacaban residuos con picas, palas y baldes.
Según la vicepresidenta de la Junta de Acción Comunal, Dolly Molina Rubio, el hecho que perjudicó a unas seis familias, “es una tragedia que se veía venir, le advertí a Cortolima sobre el riesgo provocado por el impacto ambiental y no me hicieron caso”, dijo.
Al cierre de esta edición, el director del Comité Local de Prevención y Atención de Desastres, Clopad, Jaime Arbey Díaz, hacia presencia en el sitio y conseguía materiales para hacer ‘jarillones’. Luego procedería a registrar el número total de viviendas y personas afectadas.

«TENEMOS QUE ESPERAR»
Cada vez que llueve, Lesly Cristina Gutiérrez siente que el mundo se le va a derrumbar y no es para menos, ya que su casa ubicada en el barrio Libertador está en el aire. Así lo evidencian las bases de la estructura construida en madera de la que ella, su esposo y dos hijos habitan desde hace nueve años.
Ella afirmó que a pesar de saber que el deslizamiento de tierra, lodo y palos que cayeron desde el terreno que sostiene su casa hasta la vía que comunica al barrio Baltazar con el Libertador “seguimos esperando que nos reubiquen porque cuando hablamos con ‘Chucho’ Botero (ex Alcalde), dijo que primero los desplazados y ahí sí nosotros”, puntualizó.

EN CIFRAS: 10 bomberos hicieron presencia en el lugar del hecho.

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