IBAGUÉ. La mañana de ayer en Ibagué estuvo pasada por agua, sin embargo eso no impidió que al Aeropuerto Perales llegara el helicóptero que transportaba a 16 personas, que fueron rescatadas de las veredas La Linda y San Rafael, jurisdicción de Coello Cocora, lugar donde desde el pasado martes el invierno ha dejado una vivienda destruida, otras cuatro en riesgo, cientos de cultivos en pérdida total y alrededor de 30 familias afectadas.
Tal es el caso de Rosa María Jiménez Fajardo y sus seres queridos, residentes en la vereda San Rafael. Ellos manifestaron que en 32 años de habitar allí, nunca habían sentido “tanto miedo”.
“La casa de mi hija quedó en ruinas y la de mis otros dos hijos en grave peligro. Sobrevivimos estos dos días aislados, gracias al mercado que teníamos, pero hoy ya estábamos sin nada, menos mal nos sacaron de allá”.
El calvario que empieza para esta familia, también arranca para la de Jackeline Romero, de 30 años, quien fue salvada junto con sus retoños, pero que ahora implora la atención del gobierno Nacional para poder tener un nuevo comienzo.
“Fue mucha la tierra que cedió y los cultivos quedaron arruinados. Además tenemos las casas en peligro. Queremos que nos ayuden”.
Sanos y salvos
Los rescatistas, en cabeza del director del Clopat, Jaime Arbey Díaz, quienes llegaron al lugar de los hechos cerca de las 8:00 de la mañana de ayer para el rescate de estas personas, indicaron que afortunadamente no se reportaron pérdidas humanas, ni heridos.
“El rescate se hizo oportunamente y gracias a Dios y a la intervención de los organismos de socorro todos gozan de un buen estado de salud. Tan sólo una persona llegó con la presión alta y otra con resentimiento de una herida anterior, pero ya están siendo revisadas”.
Y agregó: “Utilizamos la vía aérea para sacarlos porque los carreteables están intransitables y de otra manera sería imposible”.
“Me dormí para no darme cuenta”
Néstor Benavides, de 88 años de edad, narró que más que asustarlo la muerte, lo que lo preocupa ahora es que quedó vivo y sin nada.
“Para no ser mentiroso, yo me di cuenta a la medianoche que la tierra empezaba a ceder, pero no hice nada y decidí dormirme. Hoy me levanté y vi toda mi finca destruida, eso sí me dolió; luego fui a ver cómo estaban los vecinos y vi el helicóptero que llegaba por nosotros, me subí y ahora estoy aquí esperando que ojalé nos ayuden”, dijo.
No olvide: Rodolfo Velásquez, de 20 años de edad, fue la única persona que llegó lesionada, ya que al momento de intentar juntar una vacas, se golpeó su brazo izquierdo, donde tiene una herida por arma de fuego.
