VENADILLO. Un hombre que adelantaba unos arreglos en su casa con una pulidora que había comprado en Venezuela, murió por culpa del aparato que le cortó la cara y parte del cuello.
Neftalí Benavides, se ganaba la vida vendiendo fritanga, pero hace siete meses decidió viajar con su familia a Cúcuta, cerca a la frontera con Venezuela. Allí siguió con su negocio pero decidieron regresar a su tierra, Venadillo, Tolima.
Benavides, antes de regresar, fue al vecino País Bolivariano y compró una pulidora. Uno de sus hijos dijo que el fallecido estaba muy contento por la nueva adquisición.
El sábado, a eso de las 8:30 de la mañana, el infortunado hombre decidió estrenar su aparato para cortar una tabla que había puesto cerca a una viga de cemento.
El hijo del fallecido, quien lleva el mismo nombre de su padre, contó a Q’HUBO: “Él calculó mal y tocó el cemento, la máquina rebotó y lo cortó”, indicó.
Los dos hijos de Benavides lo sacaron, y como pudieron lo subieron a la motocicleta, hasta que llegaron al centro asistencial.
Debido a la gravedad de la herida el señor fue traslado al Hospital Federico Lleras Acosta, sede La Francia, de Ibagué, pero llegó sin signos vitales.