Norma Bejarano – Psicóloga – Sexóloga
Que las mujeres fingen los orgasmos es tema hasta en las charlas de peluquería. Lo que muchas personas desconocen es que los orgasmos masculinos parodiados son una actitud en alza; los hombres también gozan de ese privilegio, pueden hacerlo y por supuesto, lo hacen. Las investigaciones sobre los señores falseando el clímax son pocas, pero en esos pocos datos se sabe que ellos han confesado simularlos durante el coito, el sexo oral, anal, la másturbación e incluso en sesiones virtuales. Si bien no tanto como nosotras, al menos en 1 de cada 4 encuentros.
¿Qué los lleva a hacerlo?
En el fondo todos queremos que nuestras interacciones sexuales sean lo más satisfactorias posible, no deseamos convertirnos en ”malos amantes” ni añadirle problemas a la pareja con preocupaciones, por lo que preferimos la ‘mentira piadosa’ para evitar líos mayores, disfrazando la situación y mostrando que no pasa nada. Otro motivo es crear una fachada para mantenerse dentro de los cánones convencionales, los hombres tienen un guión muy tirano sobre el rendimiento y la virilidad y por ende se sujetan a un chip para cumplir y preservar ciertas expectativas. Sin embargo las razones por las que ellos aparentan el orgasmo son variadas y casi que coinciden con las mismas de las mujeres.
¡Algunas causas!
- Por aburrimiento y acabar ya! Es la respuesta común de hombres (y mujeres) cuando se les pregunta por qué lo hacen.
- Por falta de ganas. Muchas veces los hombres no desean tener un encuentro sexual y ante el poco apetito y la presión de la pareja responden fingiendo, y generalmente consumiendo algún fármaco para tener una erección y completar el esquema.
- Porque no hay química o conexión íntima y por ende actúan o se expresan con gemidos y jadeos, o las mismas expresiones infrahumanas femeninas para no dejar en evidencia que el momento no los volvió locos.
- Por compensación, esto es para encubrir la inseguridad por una dificultad o disfunción sexual que no ha resuelto, por lo tanto representan una escena para “cumplir” y crear la impresión de que están obteniendo el grado de éxtasis.
- Otro móvil un poco más “benévolo” es porque no desean perder puntos hiriendo los sentimientos de la pareja. También para esquivar el reclamo sin sentido del “ya no me quieres”, o el “ya no me deseas”.
¿Cómo lo fingen?
- Ni las seseras más perspicaces se habían puesto a pensar en el asunto. Algunos estudios ofrecen información sobre cómo los hombres son capaces de solapar orgasmos; presumiblemente al clímax encubierto se llega con algunas técnicas, habilidades, buenas dosis teatrales y truquitos de esos que hay bajo la manga, animados con banda sonora como quejidos y gemidos y uno que otro arrebato sexy.
- Los orgasmos de los hombres suelen ser muy visibles. Una señal común de un orgasmo masculino es la eyaculación. Las eyaculaciones no pueden fingirse. Así que lo que ellos hacen es ser muy expresivos oralmente con sollozos y aullidos, luego se retiran a su mejor aliado el condón con más habilidad que un mago sacando un conejo de un sombrero y lo desechan rápidamente para que no se note que no hay semen.
- Otros se muestran realmente eruditos sobre el orgasmo prostático, orgasmo seco, o el tántrico, convenciendo con todo un protocolo y así parecer que los están prolongando o viviendo.
- Los hombres con poco control sobre su eyaculación o con eyaculación precoz disimulan como si aún no la hubiesen tenido, se mueven y simulan mientras la erección esté, y una vez esta se va perdiendo actúan la llegada, haciendo parecer que duraron más tiempo.
