IBAGUÉ. En marzo iniciará la construcción de la ampliación del Coiba de Picaleña que tiene como fin albergar a 450 internos, lo que preocupa a la Personería Municipal.
Los motivos que inquietan al órgano de control es la falta de capacidad que tiene el Ibal, empresa de Acueducto y Alcantarillado de Ibagué para el suministro de agua potable y el hacinamiento que hay en el centro penitenciario, aseguró el delegado de Derechos Humanos de la Personería, Darío Rodríguez Devia.
“La construcción de las celdas no es para acabar con el hacinamiento del Coiba sino para traer internos de otras ciudades agravando la crisis carcelaria de la Ciudad”, señaló Rodríguez.
Será tutelado. Según el funcionario sindicatos del Inpec instaurarán una acción de tutela para no dejar ejecutar las obras que tienen previstas el Ministerio de Justicia. Otra de las preocupaciones que tiene la Personería es que al llegar más presos al Coiba también arrivarán bandas delincuenciales acompañantes de los internos nuevos.
De acuerdo con el delegado los 450 internos que llegarían en el 2015 se duplicarían aumentando a los mil, “adelantaremos acciones conjuntas con el sindicato quienes están buscando que no se realice la ampliación y nosotros estamos de acuerdo”, agregó Rodríguez.
No licencias. Por su parte el gerente del Ibal, Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Ibagué Carlos José Corral señaló que no cuentan con nuevas licencias porque el complejo penitenciario ha incumplido con los compromisos de tener tanques de almacenamiento,“no daremos más disponibilidad de agua nueva porque no tienen la capacidad de almacenamiento además son deudores morosos y le quitan la capacidad de tener el líquido a los habitantes del sector de Picaleña”, precisó el ingeniero Corral.
ANNY CAMPOS
