IBAGUÉ.Cuando el equipo periodístico de Q’HUBO recorría ayer en la mañana, fue alertado por varias patrullas que transitaba por el sector con las sirenas encendidas, de que algo ocurría a la altura del barrio Jardín Santander. El sector conocido como ‘La Chuquia’, se había convertido nuevamente en un campo de batalla donde unidades de la Policía Metropolitana de Ibagué, Metib, repelían los ataques de la enardecida comunidad.
Los uniformados intentaban esquivar las piedras que algunas personas, incluso menores de edad, les lanzaban enfurecidos. Según el comandante de la Metib, coronel Fernando Murillo Orrego, el detonante de la situación fue una mujer, al parecer menor de edad, que fue sorprendida con alucinógenos: “Huyó y arrojó una sustancia, al parecer basuco, salieron los delincuentes y hubo una asonada pero la joven fue recapturada”, manifestó.
“Unas personas le dispararon a los policías desde una de las casas pero afortunadamente no hubo lesionados de gravedad. Esa es la reacción de algunos delincuentes en algunos barrios donde la Metropolitana llega a hacer los procedimientos y a veces se dejan llegar porque vamos a capturar a alguien”, puntualizó el oficial.
Es de recordar que tan sólo en el segundo semestre del año pasado ocurrieron dos hechos en los que la fuerza pública fue atacada en el mismo sector. El primero fue el 4 de septiembre, cuando un patrullero de la Policía recibió tres disparos durante un intercambio de disparos en el que también falleció Javier Arturo Lerma González un par de días después.
El otro caso ocurrió a finales del mismo mes, cuando un sujeto identificado como Yesid Giovanni Méndez Medina fue requerido para una requisa. El resultado del procedimiento de rutina fue la incineración de la moto de los policías, dos menores de edad conducidos por las autoriades y la detención del joven, quien además golpeó a uno de los uniformados.
“Dicen que la cargaron”
Al CAI del barrio Jardín Santander llegó un grupo de personas, la mayoría mujeres, a recriminarle a los uniformados por el procedimiento. Algunas de ellas abordaron a esta redacción para contar su versión de lo ocurrido:
“Supuestamente mi hija venía cargada. No sabemos si es verdad porque no nos consta porque como ellos cogen a todo el mundo y los cargan de una vez. La cogieron entre cinco y le dieron”, una mujer que se identificó como María del Carmen Hernández, madre de la aprehendida.
En medio de gritos e insultos hacia los uniformados e incluso hacia este medio de comunicación, otra mujer que dijo llamarse Viviana González, hermana de la joven conducida, dijo: “Todos tirábamos piedras ¿Cómo cuando hay una balacera uno los llama y no hacen ni un culo (sic) porque el uniforme les queda grande?”, puntualizó.
