Se adapta a su nuevo de estilo de vida tras perder su pierna en un accidente

El día del accidente, Darvin Julián Ballesteros conducía un camión cargado de comida. Su destino era Ibagué. Foto: Suministrada / Q’hubo Ibagué

Redacción Q’hubo – qhuboibague@gmail.com

Darvin Julián Ballesteros Martínez lleva casi cuatro meses adaptándose a vivir sin una parte de la pierna derecha. El pasado 25 de enero sufrió un grave accidente de tránsito del cual por fortuna sobrevivió. Aunque su vida cambió de manera radical, y al principio quería morir, hoy toca puertas para conseguir una prótesis. Volver a caminar y trabajar para sacar adelante a sus dos hijos menores de edad es lo más importante para él. 

En diálogo con Q’HUBO, el hombre de 28 años, que desde la mayoría de edad se desempeñó como conductor, recordó aquella trágica madrugada en la que el camión que conducía se quedó sin frenos, llegando al Cruce de Armero. 

“Yo traía alimentos del Líbano para la Plaza del Jardín y La 21, de Ibagué. Ese era mi trabajo. Sin embargo, ese día cuando pasé por el sector del Convenio el carro quedó en neutro, los cambios no entraron. Recorrí un kilómetro tratando de controlar el camión; le dije al ayudante que se tirara y yo también intenté hacerlo, pero pensando en el carro, en la carga y en la vida de otros conductores no lo hice”, indicó. 

Llegando al sector de Las Rosas, como pudo, metió el carro a una alcantarilla y fue así que lo pudo detener. Aunque no rodó por un abismo, quedó atrapado en la cabina del vehículo. Las piernas le quedaron incrustadas entre el motor: La izquierda se le partió en tres partes y la derecha quedó totalmente destruída, se la tuvieron que amputar. 

“Fue muy duro. Esa misma madrugada en el Hospital del Líbano los médicos me dieron la noticia, ingresé a cirugía y como perdí mucha sangre, me trasladaron para el Federico Lleras Acosta. Estuve en coma inducido tres días y cuando desperté, sentí que el mundo se me había acabado. No quería aceptar la nueva realidad, pero gracias al apoyo de los médicos, psicólogos, compañeros y personas del Líbano hoy le doy gracias a Dios por haberme dado la oportunidad de seguir junto a mi familia, mis niños y mi esposa”, dijo.

Por el accidente, debido a los cuidados que Darvin requiere, su esposa tuvo que renunciar al trabajo y convertirse en su enfermera. Así las cosas, la situación económica en el hogar es complicada. 

“Lo que más quiero en este momento es tener mí prótesis para ponerme a vender empanadas o montar una tienda; trabajar en lo que sea. Hace pocos días empecé el trámite de la prótesis ante la E.P.S aunque me han dicho que es una lotería. He tocado la puerta de varias fundaciones, pero no he recibido respuesta. Seguiré luchando porque mi meta es volver a caminar”, puntualizó. 

Hicieron donatón

Gracias al apoyo de la emisora La Veterana y otras entidades del Líbano, en el municipio se han llevado a cabo dos jornadas en pro de la prótesis del conductor. En la primera recolectaron cinco millones 300 mil pesos y en la segunda un millón. “Esa plata está congelada y aunque hemos tenido necesidades, no la hemos tocado. La meta son los 35 millones de pesos que cuesta la prótesis”, dijo Darvin Julián. 

Cifra

35 millones de pesos como mínimo, cuesta una prótesis según ha averiguado Darvin. 

Destacado

Si desea ayudar a Darvin, puede hacer sus donaciones a la cuenta Nequi 320 976 37 28 o contactarlo al mismo número.

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