Se calentó la mesa

IBAGUÉ. Agitadas estuvieron ayer las Mesas Ciudadanas Ambientales organizadas por la Corporación Autónoma del Tolima, Cortolima, en la que se debatió sobre la sostenibilidad, ventajas y desventajas de la minería, a propósito de los trabajos de exploración que adelanta la multinacional Anglogold Ashanti, AGA, en Cajamarca y con proyección en Doima, corregimiento de Piedras.
A la actividad que se realizó en el Centro de Convenciones Alfonso López Pumarejo de la Gobernación del Tolima, asistieron representantes de las partes comprometidas, entre ellos el vicepresidente de AGA, Rafael Hertz; el director de Cortolima, Jorge Enrique Cardoso Rodríguez, y otros ponentes del Ministerio de Minas, la Contraloría Delegada para el Medio Ambiente, y la Dirección de Ordenamiento Ambiental Territorial.
También hicieron parte de la mesa principal funcionarios de la Agencia Nacional Minera, la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales, Anla, Fedearroz, y representantes de la comunidad como ambientalistas y líderes.
Desde la instalación del evento se evidenció la inconformidad entre los ciudadanos que abuchearon a los interlocutores, y cuando fue el tiempo para el vicepresidente de Anglogold Ashanti, la multitud no le permitió terminar su intervención y tuvo que ceder el micrófono.
“La empresa recalca los valores con dignidad y respeto. Las comunidades estarán mejor, y nada se hará a espaldas del pueblo. Respetamos el medio ambiente y no sólo habrá desarrollo, también progreso”, fueron las pocas palabras que emitió el ejecutivo antes de ser catalogado por el público como “Pinocho”.
Hertz trató de seguir su exposición con cifras y algunos datos referentes al descubrimiento de La Colosa en Cajamarca, pero pudo más la fuerza de los oponentes, que las ganas de seguir siendo criticado.
De este debate público no se salvó ni el gobernador del Tolima, Luis Carlos Delgado Peñón. Durante su elocución se escucharon descontentos y uno que otro silbido. Finalmente terminó aplaudido al argumentar que es un defensor del equilibrio ecológico, de la sostenibilidad ambiental y que debe hacerse una consulta popular para conocer el pensar del pueblo tolimense.
Durante las exposiciones se notaron diferentes manifestaciones: Avisos, pancartas y hasta paraguas con el lema: “Sí a la vida, no a la mina”, se vieron en el Centro de Convenciones para ratificar la postura de quienes se oponen ante los trabajos de minería en el Tolima.
“Queremos agua y asegurar el futuro de nuestros hijos. Con estos trabajos estamos acabando los ecosistemas” dijo Carlos Martínez, uno de los asistentes que acudió muy temprano a escuchar los argumentos de los expertos, y no salió satisfecho de lo que vio.
La Mesa Ciudadana se extendió hasta las 2:30 de la tarde y como era de esperar, finalizó con el inconformismo del público ante el abandono del vicepresidente de Anglogold Ashanti, Rafael Hertz, quien se rehusó a contestar las preguntas del público: “Como ustedes no me dejaron hablar al inicio, las respuestas las envío a Cortolima y esta se encargará de darlas a conocer”, concluyó el representante de la multinacional.

NO SE REQUIERE LICENCIA
Durante 15 minutos, el abogado de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales, Anla, Roger Novoa, dio a conocer algunos detalles de los cuatro títulos mineros otorgados a Anglogold Ashanti para operar en La Colosa, y señaló que para la etapa de exploración no se requieren licencias ambientales.
Novoa expuso que los permisos involucran 2 mil 581 hectáreas, mil 831 hectáreas, 3 mil 62 y 21.96 hectáreas, todos en etapa de exploración.
La multinacional en total posee 242 títulos mineros en Colombia, de los cuales 141 se desarrollan en el Tolima.

SIN INFORMACIÓN CLARA
El docente de la Universidad del Tolima, Humberto Pérez Salazar, afirmó que “la academia rechaza el proyecto porque la empresa nunca ha entregado información clara y siempre cambia el discurso”.
De la misma manera, aclaró que esta industria va a traer nefastas consecuencias y que exigen la regulación para que la compañía pague los impactos negativos que se presenten.

CIFRAS DE FEDEARROZ
Gonzalo Sarmiento Gómez, delegado de Fedearroz, dio al auditorio unas cifras nada alentadoras sobre lo que podría provocar la explotación de metales en el Departamento: “El café y el arroz mueven la locomotora del Tolima y le están poniendo palos con la minería”.
El representante explicó que El Espinal y Saldaña ofrecen el 16 y el 46.5 por ciento del Producto Interno Bruto, PIB, con el cereal, mientras que la industria aurífera es equivalente a cero.
La región cuenta con 62 mil hectáreas cultivadas con el alimento, y al ejecutar la explotación se verían amenazadas 42 mil, ubicadas entre Usocoello y la meseta de Ibagué.
El impacto ambiental afectaría el empleo: Se perderían tres mil directos y ocho mil indirectos, así como desplazamiento de personas del campo a la ciudad, violencia, pérdida de la seguridad de la tierra y se pondría en riesgo la seguridad alimentaria.

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