«Temo por mi vida»

 

IBAGUÉ. Después de tres meses de haber salido el fallo de reparación por el ‘falso positivo’ de Erik Ramos Moreno, padre de Rosemberg Ramos Rodríguez, reconocido por el Tribunal Administrativo del Tolima, como víctima de un operativo del Ejército, denuncia públicamente que se siente víctima de persecución de parte de los militares.

Ramos Moreno en conversación con Q’HUBO refiere que en dos oportunidades en menos de un mes, uniformados del Ejército lo han interceptado, y visitado su casa ubicada en zona rural de Chaparral, razón por la cual teme por su vida.

“El 28 de diciembre llegaron a las 7:00 de la mañana cinco soldados y un cabo tercero del Ejército a mi finca de la vereda Angostura, diciendo que tenían autoridad para entrar, censar, tomar fotos y video, pretendían que a esa hora despertara a mi hija, mi esposa y un sobrino para que posaran para las fotos”, manifestó Ramos Moreno.

Según Ramos Moreno, lo que le preocupa es que tiene demandado al Estado y cuando los uniformados fueron a su vivienda no le presentaron ningún tipo de documento que acreditara que estaban realizando un censo en la región, por lo que no presentó ningún documento, pero no sabe si le tomaron fotos.

La segunda oportunidad fue el pasado 8 de enero cuando el bus escalera en que viajaba, luego de salir de una fiesta en la casa de unos vecinos, fue detenido: “Nos hicieron bajar a todos, pero con el único que hablaron fue conmigo, me dijeron que por la Ley 001, tenía que decirles bajo juramento, la dirección de la vivienda, cuantas personas habían en la fiesta, la talla de mi ropa y mi grupo sanguíneo”. Otra de las cosas que inquieta a Ramos Moreno es que al leer la apelación que interpuso el Ministerio de Defensa, su hijo no fue víctima del Ejército, “en pocas palabras mi hijo en 15 horas caminó 200 kilómetros, se hizo matar por gusto, quieren decir que mi hijo es culpable de su propia muerte”, puntualizó Ramos.

 

El ‘falso positivo’

 

Según reza el fallo del Tribunal Administrativo de Ibagué, Rosember Ramos Rodríguez fue asesinado por uniformados de la Sexta Brigada del Ejército Nacional, Batallón Pijao Coronel Jaime Rooke de Ibagué, el 9 de abril de 2007.

El cuerpo de Ramos Rodríguez, que sufría de ataques epilépticos, fue encontrado en una vereda San Isidro, corregimiento de Tres Esquinas de Cunday, con cinco impactos de bala de fusil Galil, calibre 5.56, vestido de camuflado con el número de serie tachado con un marcador y las botas de caucho eran nuevas. Lo hicieron pasar como un guerrillero muerto en combate con el Ejército.

 

No olvide: Ramos Moreno está dispuesto a llegar hasta las cortes internacionales para que se haga justicia por la muerte de su hijo.

 

Noticias Recientes

Suscríbete

Recibe contenido diario con nuestra suscripción mensual.

Danos tu opinión