IBAGUÉ. Ayer en la mañana iba para la sede del Deportes Tolima a comprar las boletas para el partido del equipo de mi corazón, cuando vi que una mujer con un niño, de unos seis años y un bebé en coche, trataba de cruzar la carrera Quinta con calle 49, entre los barrios Versalles y Piedrapintada Alta (Más arriba del Hospital Federico Lleras Acosta del Limonar).
Paré mi carro y calculé el tiempo en mi reloj. Después de 10 minutos, debido al tráfico vehícular tan alto, la dama no había podido cruzar.
Observé que en la zona, por donde pasan también bastantes personas a pie, no tiene andenes, señales de tránsito y los reductores de velocidad ya no sirven para nada pues están desgastados.
Como no me podía quedar ‘mani cruzado’, me tocó parar los carros, agarré el cochecito y a correr se dijo, antes de que ese montón de carros se nos vinieran encima.
Mi amiga María me contó que la semana pasada, una ‘abuelita’ murió en el lugar víctima de un accidente. Qué pesar.
Deportistas. Cuando ‘empaqué’ a la muchacha y a los ‘chiquis’ en un taxi, casi presencio un accidente de por Dios, una moto casi atropella a una joven deportista.
Se trataba de Natalia Peláez, quien todos los días va a la cancha de Piedrapintada a entrenar.
“A uno le toca es correr sino no puede pasar”, dijo la muchacha.
Afortunadamente ella está joven y tiene ‘buena pierna’, pero y ¿Las personas de la tercera edad?.
La Secretaría nada. Busqué a Marco Hernández, presidente de la Junta de Versalles y según él, la comunidad lleva tres años tratando de que la Secretaría de Tránsito tome cartas en el asunto.
“Queremos que hagan algo, que instalen un puente peatonal, una señal de tránsito o nuevos reductores de velocidad, pero han rechazado las propuestas. Ya no contestan ni los derechos de petición”, dijo mi amigo.
Uy, uy, chao que casi me atropella una buseta.
