Baleado mayorista de la Plaza de La 21

IBAGUÉ. “María, caí”, fueron las palabras que dijo Jaime Peñaloza Marín mientras caía al piso y el sicario le disparaba en la espalda.
El hombre no perdió el sentido tras los dos balazos, fue auxiliado y llevado a un centro asistencial de la capital tolimense.
La hija de cuatro años de edad que estaba con sus padres en el momento del atentado, corrió hasta la casa de un familiar a decir lo que había pasado.
El ‘gatillero’ se fue caminando, volteó la esquina de la manzana 6 del barrio Terrazas del Tejar, donde ocurrió el atentado.
Mientras, el sicario escapaba de la zona en una motocicleta que lo esperaba en el barrio Los Nogales, contiguo al barrio del herido.
Algunas personas habían visto horas antes del atentado a los alrededores del sector a dos individuos vestidos de negro. Al parecer, nadie dijo nada.
A eso de las 8:30 de la noche del viernes, Peñaloza Marín llegó con su esposa y dos de sus hijos, el de tres meses de nacido y la de cuatro años de edad: “Dejamos el carro en un parqueadero”, indicó la esposa.
Cuando la pareja estaba tres casas a la de ellos, “escuché algo muy cerca. Pensé que era una mecha, pero lo vi que estaba cayendo, el sicario le puso el arma en la espalda y lo impactó”, contó la señora, que se quedó quieta. La chiquita de cuatro años corrió a llamar a los parientes.
Mientras las personas auxiliaban a Peñaloza, el sicario caminó y según los relatos de algunos testigos cubrió el revólver con un trapo y se subió a una motocicleta que lo estaba esperando a pocas cuadras.
El herido llegó a la Unidad de Urgencias del Hospital Federico Lleras Acosta, donde tuvo que ser intervenido quirúrgicamente de inmediato.
La ojiva de la espalda afectó la movilidad de las piernas de Peñaloza. Además, algunos órganos se vieron comprometidos; mientras que la bala de la cabeza no penetró.
Aunque el estado es delicado, la familia Peñalosa está indignada por que algunos medios radiales de la ciudad ya ‘mataron’ a su pariente, que al cierre de esta edición luchaba por su vida: “Sean más profesionales y no jueguen con los sentimientos de los familiares”, indicó Inés Peñaloza, hermana.

RECONOCIDO EN LAS PLAZAS

Jaime Peñaloza Marín se ha dedicado por años a la comercialización de fruta. Él es uno de los mayoristas de la Plaza de La 21 donde tiene una bodega para guardar la mercancía que distribuye en las demás plazas de Ibagué y otros lugares del País.

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