Colgó su tristeza y se fue con San Pedro

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IBAGUÉ. Problemas sentimentales y de dinero habrían provocado que Adolfo Torres Ramírez, de 43 años de edad, acabara con su vida suspendiéndose de una cuerda atada a una viga dentro de una habitación en el apartamento donde vivía con sus cinco hijos, en la carrera 47 sur número 147 del barrio Picaleña, sector La Honda.

“La sobrina entró y lo encontró en la pieza. Dentro de la casa estaban dos de los hijos, uno mayor y el menor”, dijo Luisa Fernanda Hernández, vecina del sector, quien recordó al hombre como “buena gente”.

Al parecer la falta de trabajo, así como que su esposa lo abandonara ocho días atrás y lo dejara con sus hijos, provocó una depresión en el hombre. “Él tenía inconvenientes con la esposa, ella lo trataba muy mal, ellos iban a desocupar el apartamento el miércoles y se iban a ir adonde un hermano”, indicó Hernández.

Según comentarios de los vecinos, tres de los hijos menores de edad, por la precaria situación económica, presuntamente aguantaban hambre, y se los había llevado el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar.

Los hijos del difunto intentaron ingresar a la vivienda a ver a su progenitor, pero fueron sacados por los policías.

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