Ibaguereño con ‘el mejor trabajo del Mundo’

 

IBAGUÉ. Camellar en lo que a uno le gusta, y recibir una importante retribución económica por hacerlo, es el anhelo de todo asalariado en Colombia, y por supuesto en otras latitudes.

Pero cuando además de eso el empleador ofrece correr con los gastos de transporte, vivienda, comida y ropa, entre otras cosas, muchos podrían considerarlo, dada la complicada situación económica que atraviesan todos los continentes, como uno de los mejores trabajos del mundo.

Precisamente un ibaguereño es uno de los afortunados o ‘bendecidos’, como prefieran llamarlo, que tiene el placer de disfrutar de estas escasas ocupaciones, cuyas oportunidades de presentar una hoja de vida para obtenerlas, se generan pocas veces en la vida.

Se trata de José Eber Pava Ordoñez, el reconocido practicante de saltos ornamentales, quien es en la actualidad una de las ‘atracciones’ del ‘Allure of the Seas’ (en español, Encanto de los Mares), barco tipo crucero de clase Oasis (de los más grandes del mundo) propiedad de la empresa Royal Caribbean International.

A este ‘Titán Acuático’, el tolimense llegó gracias a su amigo de profesión, Michel Navratil, de República Checa, quien lo recomendó a los socios de su actual empresa, mientras participaban en Italia en una de las paradas de la Serie Mundial de Clavados (Red Bull Cliff Diving).

“Gracias a Dios tengo la estabilidad laboral con la que siempre soñé, y por la que mucho me he esforzado. Este es el resultado de un gran sacrificio. Me gustaría poder estar acá un par de años más para lograr desarrollar otros proyectos que tengo en mente, antes de retirarme oficialmente de la actividad”, sostuvo el saltador ‘Pijao’.

 

 

Disfruta su trabajo

 

Dentro del crucero, que ejecuta constantemente viajes de una semana por el Caribe, Eber Pava realiza un par de presentaciones cada noche (en trampolines entre los 3 y 18 metros), teniendo dos días de descanso, que los vive como un turista más del barco.

“Los shows, que son del estilo del Cirque du Soleil, se llevan a cabo en una piscina especial que tiene un piso movible. Allí participan también acróbatas, mujeres de nado sincronizado y bailarines, además de cuatro buzos que se encargan de nuestra seguridad. Es un espectáculo muy bonito”, cuenta Pava. Y agrega: “Me siento muy feliz porque hago lo que me apasiona, me pagan bien y gozo de grandes privilegios dentro del barco, como invitar de manera gratuita a mi familia”. Eso sí, a pesar de tanta dicha, el tolimense afirma que en ocasiones se puede tornar algo aburridor, en el sentido que “es como estar viviendo en un centro comercial”. “A pesar de que trabajo con Danny Garzón, quien es colombiano, me da duro estar tanto tiempo lejos de mi casa y familiares. Es lo único incómodo. No obstante, lo disfruto porque me está brindando bases para más adelante poder apoyar a mis entrenadores Armando Silva y Juan Carlos Quiñónez, en sus escuelas de formación, las cuales me guiaron hasta donde estoy”, puntualizó.

 

En cifras: 6 mil 400 pasajeros le caben al crucero en el que trabaja Eber Pava.

 

 

No olvide: Pava, de 35 años de edad, está radicado actualmente en Miami.

 

RONAL RENGIFO ÁLVAREZ

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