IBAGUÉ. Ramón Espinosa conductor de una minitractomula, conocida como ‘Niñera’, se llevó la sorpresa de su vida el miércoles en la tarde, cuando transitaba en el kilómetro cinco, por el sector de La Variante de Ibagué, donde le salió en la mitad de la carretera una niña de aproximadamente un año de edad, a quien casi atropella.
“Iba a 60 o 70 kilómetros por hora, cuando vi a una niña que salió por el lado de una alcantarilla, por donde cruza un riachuelo, me tocó frenar porque casi la atropello y mi compañero hizo con el carro un efecto ‘cortina’ para protegerla”, manifestó Ramón Espinosa, conductor del vehículo.
Espinosa recordó con emoción y voz quebrada cuando se bajó del automotor, tuvo cerca a la pequeña en quien vio reflejada a su hija de ocho meses de edad, la tomó entre sus brazos a pesar de lo sucia y mojada que estaba, la abrazó y le preguntó por qué estaba solita en ese lugar.
“A la niña le dio mucha alegría cuando me vio, cómo si yo fuera el papá, ella me abrazó y no se despegó de mi”, dijo Espinosa.
El hombre decidió preguntar en la casa más cercana al sitio, donde ninguna persona conocía a la chiquilla y las otras viviendas están alejadas de la carretera, por lo que decidió acercarse al CAI Uribe Uribe, donde le comentó lo sucedido a los Policías que atendieron el caso, y llamaron a la unidad de Infancia y Adolescencia que acogió a la bebé.
Pero antes, “le di yogures a la niña, jugo, galletas que comió como una persona adulta, además le compré pañales, crema número cuatro, la limpié con pañitos y la vestí con ropa que me dieron algunos vecinos”.
El deseo más grande de Espinosa es poder apadrinar a la niña y volver a tener contacto con ella, por el momento el hombre guardará la camiseta blanca mojada y orinada con la que abrazó a la pequeña.
