Sobrevivió a 5 tiros y pide justicia porque el agresor está en libertad

En este sector del barrio La Cima, de Ibagué, ocurrió el ataque. El presunto agresor es un militar pensionado./Jhonatan Fabian Varón Quimbayo tiene 34 años de edad. Fotos Q’HUBO.

REDACCIÓN Q’HUBO
qhuboibague@gmail.com
Hace siete meses, Jhonatan Fabián Varón Quimbayo fue víctima de un ataque a bala.
Aunque un hombre le disparó a quemarropa ocho veces, como si se tratara de un milagro, sobrevivió. Cinco disparos atravesaron el cuerpo de Jhonatan; dos balas todavía conviven con él.
El joven solicita a las autoridades celeridad en la investigación, debido a que su agresor no ha sido judicializado.
En diálogo con Q’HUBO, recordó que todo ocurrió el 28 de agosto de 2022 en el barrio La Cima, de La Musical. Eran pasadas las 10:30 de la mañana, cuando él tuvo una discusión con un habitante del sector, un hombre que distinguía.
En ese momento, Jhonatan era una persona en condición de calle. Sin pena ni tapujos, el ibaguereño de 34 años recordó que perdió nueve años de su existencia durmiendo y viviendo en andenes, parques y donde le cogiera el sueño.
Como su familia vive en el barrio La Cima, este era un lugar que frecuentaba ya que en la casa de sus padres siempre tenía comida.

“Me dio a matar”
“Ese día, yo estaba dándole comida a unos gaticos en una zona verde. Siempre he querido mucho a los animales. Es más, en todos esos años de calle, rescaté a muchos gatos y perros que encontraba abandonados y heridos”, dijo.
Siguiendo con la agresión, agregó que de un momento a otro apareció Rubén Darío Vargas, un pensionado del Ejército, que ya conocía y con el que había cruzado palabras.
“El empezó a tratarme mal, me decía que yo era un paraco y que era la persona que días antes le había robado unas sillas al Presidente de la Junta. Yo le dije que me dejara quieto. Las personas que me conocen, saben que nunca le quité nada a nadie. Estando en la calle trabajaba desyerbando y botando escombros. Así conseguía algo de plata”.
Según su testimonio, la discusión continuó y el presunto agresor le dijo que ya venía.
Al parecer, fue a su vivienda y sacó un arma de fuego, que luego accionó sobre Jhonatan. El primer disparó le cayó en el dedo meñique de la mano derecha. Se lo partió en dos.
“El hombre disparó a matarme, pero tal vez hizo mal el trabajo. Una bala me quedó en el pecho, otra en el pulmón derecho y otra en la pierna.
“En medio de la adrenalina, no sentí dolor. Estaba bañado en sangre, pero no me dolía nada. Por el contrario, antes de quedar inconsciente, sentí mucha paz”, indicó. Recuerda, que alcanzó a salir de la zona verde y llegar a la tienda de unas personas que también lo conocían. Aunque creían que iba a morir, lo llevaron a un centro médico.
“Las muchachas dicen que me caí, me levanté, me persigné y volví a desmayarme. Como la ambulancia no llegaba, me subieron a una patrulla de la Policía. Una de las señoras de la tienda se fue en el vehículo conmigo”, recordó el afectado, quien hoy es una persona alejada de la adicción.
Hasta que ingresó al quirófano escuchaba todo lo que pasaba a su alrededor, el llanto y las súplicas de sus familiares y el afán de los médicos por mantenerlo con vida. Reiteró que sintió mucha paz.

Cirugías y recuperación

Aunque no sintió los balazos, el dolor empezó horas después, cuando salió del quirófano y despertó. Como una de las balas le quedó incrustada en el pulmón, le pusieron una sonda para drenarlo y eso sí “dolió de una manera terrible. Fue como un calvario”. Los médicos optaron por no tocarle la bala del pulmón y ahí la tiene. A veces se le dificulta respirar.
“La otra bala la tengo en la muñeca de la mano derecha y como estoy trabajando en construcción, me duele mucho y me afecta la movilidad. Quiero que haya justicia puesto que la intención de ese hombre era matarme. Afortunadamente, gracias a Dios, tuve una nueva oportunidad. Estando hospitalizado me di cuenta que no quería morir. Empecé de nuevo con la única intención de hacer todo de la mejor manera posible”, puntualizó.

Jhonatan vive con dos balas en su cuerpo, una en la muñeca derecha y otra en el pulmón derecho.

Una nueva vida

Jhonatan Fabián permaneció dos semanas hospitalizado. La recuperación fue larga y en medio del proceso tomó la decisión de enderezar su vida. Dejó la calle, la adicción a las drogas y está enfocado en trabajar y responder por su hija de 13 años, que durante mucho tiempo tuvo en el olvido.

El proceso no avanza

De acuerdo con el testimonio de Jhonatan, él instauró la denuncia contra el agresor, no obstante, el proceso judicial no ha avanzado. “El proceso hace curso en la Fiscalía 61 Seccional de Vida. Ya me entrevistaron, se llevaron a cabo tres reconocimientos del agresor, pero no más”, expresó el joven.

Tome nota

Jhonatan recibió cinco disparos: tiene un casquillo en el pulmón y otro en la muñeca de la mano derecha. Los médicos le extrajeron dos, del pecho y de la pierna izquierda. La que le pegó en el dedo meñique de la mano derecha, rebotó.

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