IBAGUÉ. Valentina Castaño Angel, es una adolescente ibaguereña de 13 años de edad, que casi no puede caminar. Es más, nunca ha podido correr, saltar, ni mucho menos montar en bicicleta o en patines. Tampoco puede levantar un pocillo ni escribir. Ella tiene el Síndrome de Ehlers-Danlos, SED, un grupo de alteraciones genéticas raras que afectan a los seres humanos y es provocado por un defecto en la síntesis del colágeno lo que le provoca dislocaciones y subluxaciones en las articulaciones. La plata no alcanza. Su compañía, la persona que la entiende y la cuida, es su mamá, Luz Ángela Ángel, una madre soltera de 32 años de edad a quien le tocó olvidarse de su vida y del mundo para dedicarse a Valentina. “Cada semana nos toca viajar tres días a Bogotá donde la chequea el dermatólogo, cardiólogo, fisiatra, el ortopedista, el neurólogo y el gastroenterólogo”, le contó la mujer a Q´HUBO.Los otros días, también tienen citas en Ibagué. “La atención en Sanitas E.P.S ha sido buena, nos dan el transporte pero a pesar de todo, la plata no nos alcanza. La estadía y los transportes en Bogotá nos cuestan 300 mil pesos cada semana”, agregó.Así las cosas, el único apoyo económico que tienen es el abuelo materno de la menor. “Vivimos en la casa de mis padres en el sector de La Coqueta. Gracias a Dios no pagamos arriendo ni comida pero nos vemos a ‘gatas’. Ella necesita subir de peso, necesita alimentarse muy bien , comer tres porciones de frutas al día pero a veces no tenemos como”, dijo Ángel.
