Venganza a sangre fría

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IBAGUÉ. La noche del sábado cuando festejaban el día del Amor y la Amistad, lugareños del corregimiento Laureles, zona rural de Ibagué, ubicada por el cañón de Coello Cocora, fueron sorprendidos por hombres armados que asesinaron Víctor Alfonso Bonilla Chala de un disparo en la espalda.

“Eran como las 8:30 o 9:00 de la noche, estábamos en fiesta de integración, cuando llegó gente extraña, dispararon y lo que hicimos fue aguardarnos. En segundos resultó muerto el muchacho cerca de la cañada”, manifestó Sandra Patricia Vásquez, presidenta de la Junta de Acción Comunal del Corregimiento Dos.

El joven, a quien algunos conocían como ‘El Loco’ o ‘Marihuano’, quedó en la entrada del centro poblado, donde al parecer uno de los sujetos vestidos de civil y con armas de fuego le disparó con una escopeta.

Un hombre del sector le tomó los signos vitales, pero Bonilla Chala ya estaba muerto, así que su cuerpo lo llevaron hasta la Iglesia Católica que está en construcción, donde en la mañana de ayer llegaron agentes del Cuerpo Técnico de Investigación, C.T.I, uniformados de la Policía Metropolitana de Ibagué, Metib y militares del Grupo Gaula del Ejército.

Manuel Santos Bonilla, padre del occiso, se enteró en la mañana de la muerte de su hijo, y refirió: “La verdad, lo habían amenazado los tipos que él ayudó a detener hace dos días, de ahí viene la vaina”, dijo el progenitor.

 

Lo habrían amenazado

 

Según el padre del occiso, quien administra una finca en la vereda Pastos, corregimiento de Laureles, zona rural de Ibagué, tres hombres detenidos en la madrugada del viernes amenazaron a su hijo.

Diego Fernando Arias, Jhonatan Lame Duque y Camilo Andrés Díaz Solórzano, al parecer se presentaron como integrantes de la guerrilla de las Farc, indicaron que iban de parte de alias ‘Donald’, reconocido cabecilla del Frente 21 del grupo ilegal e intentaron cobrar extorsiones a propietarios de las fincas.

Los habitantes entregaron a las autoridades una pistola Walter PPK calibre 7.65 con seis cartuchos y un revólver calibre 38 con cuatro vainillas. Un Juez de Control de Garantías los envió a la Cárcel de Picaleña como medida preventiva.

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